Artículos Publicados
02.10.2018
Los ordenadores y teléfonos móviles se han convertido en herramientas omnipresentes en nuestro trabajo. Son nuestro tercer riñón y los llevamos a todas partes: reuniones, conferencias, cursos y talleres. Sin embargo, dependiendo de la situación no son la herramienta más adecuada para pensar, comprender y comunicarte. Los dispositivos digitales nos predisponen a generar información como toneladas de texto: recaps de reuniones, artículos, posts, tweets, emails… y nuestra capacidad de atención es limitada ante la creciente avalancha de palabras. ¿De verdad quieres seguir tecleando frases que nadie (ni siquiera tú) va a leer?