¿Hasta dónde podríamos avanzar con nuestras capacidades cerebrales si las dotamos de súper capacidades tecnológicas? ¿Dónde está el límite entre la ciencia ficción y la realidad? ¿Será posible conectarnos un dispositivo y aprender cosas como si estuviéramos en Matrix?
Estoy bastante convencida de que en algún momento todos nos hemos planteado estas preguntas alguna vez. Más si trabajamos en el mundo de la tecnología y vemos presentaciones como la de Elon Musk y su Neuralink
Elon Musk en su presentación nos ha prometido hacernos más listos, eliminar las enfermedades, mejorar nuestra capacidad resolutiva, ayudarnos con la toma de decisiones y, en algún momento, ampliar nuestra memoria.
Pero no siempre lo que nos cuentan en una presentación, más bien enfocada al marketing y a conseguir financiación, es real. Y lo más importante: posible.
En nuestro continuo afán como especie por ser mejores y evolucionar, intentamos dotarnos de súper poderes, acercarnos cada día más a lo que grandes autores de la Ciencia Ficción nos han ido contando. ¿acaso no estamos en el siglo XXI? ¡Dónde están nuestros coches voladores, nuestros dispositivos de telequinesis, nuestros aparatos de automaquillaje!
Sinceramente, si lo pienso me siento estafada. Justo en este momento en el que vivimos como si fuéramos parte de una ficción distópica podríamos pensar que la tecnología se nos ha quedado a medias.
Y ahí es cuando llegamos a las promesas, no ya sólo de la tecnología aplicada a nuestras capacidades cerebrales, si no a convertirnos realmente en auténticos ciborgs.
La realidad es que los grupos de investigación que están trabajando en este campo suelen estimar que tendrán resultados en sus investigaciones en unos 10/15 años. La mayor parte de estas investigaciones están centradas en la mejora cognitiva en sujetos sanos.
Quizá podríamos entender la estimación, si fuéramos conscientes de todo el desconocimiento que tenemos sobre nuestro cerebro. Si lo pensamos bien es bastante increíble que, mediante un puñado de células, unos simios evolucionados como somos, seamos capaces de crear cosas tan maravillosas como un poema, una obra de arte o un sentimiento.
Nuestro encéfalo es la estructura nerviosa más compleja que conocemos. Y cuando empiezas a adentrarte en la neurociencia, a cada pregunta que respondes te salen, como setas, 10 preguntas nuevas a las que buscar respuesta. Y a día de hoy ya no sirve estudiarlo como se hizo en el pasado: como si de una caja negra se tratara.
Así que partiendo de la base de un “yo sólo sé que no se nada” en lo referente al cerebro… ¿es posible tener mega poderes cósmicos (y un lugar chiquitín donde vivir)?
Pues mira: no.
Hala. Ya está ya he terminado el artículo.
¡Que va, que va, que va! ¡No os vayáis!
¿Qué os parecería si os cuento que megapoderescósmicos no, pero sí que podríais comitear a vuestro repo con el poder de la mente?
¡EH! ¡Eso ya mola!
Hay cosas que hoy en día no son factibles. Y que de momento la ciencia no ha logrado resolver. Pero eso no significa que la neurotecnología no pueda ayudarlos en nuestro día a día.
Existen proyectos súper interesantes, que, aunque no vayan a convertir nuestros cuerpos en meras vainas en las que nuestras consciencias viajen, aprendan y vivan por estar conectadas a un dispositivo, nos pueden ayudar en muchos ámbitos.
Y en otros muchos casos, la investigación va enfocada a mejorar la vida de personas con enfermedades o diversidad funcional.
Para que podamos entender un poco mejor lo que hay, es importante saber que podríamos dividir en 4 tipos los dispositivos de neurotecnología no invasivos:
- EEG: Dispositivos que monitorizan y reaccionan a la actividad eléctrica del sistema nervioso central. Algunos fabricantes de coches están investigando en esto para monitorizar al conductor y evitar accidentes.
- Neuro-monitorización: evalúan – normalmente en tiempo real- los estados mentales, la actividad cerebral…
- Entrenamiento NeuroCognitivo: Focaliza y mejora las capacidades neurocognitivas como la atención, memoria, capacidad de toma de decisiones, auto regulación...
- Estimulación trans-craneal: estimula la actividad neuronal con electricidad. (tDCS) o con magnetismo (IMs)
La mayor parte de los dispositivos que podríamos denominar como neurotecnología, son BCIs (Brain Computer Interface) de uso externo. Es decir, diademas o cascos que leen nuestras ondas cerebrales y en base a eso nos dan una respuesta.
Dado que estos dispositivos son externos, la calidad de la lectura no siempre es perfecta. Tened en cuenta que más barato y menos sensores: peor, esto os lo comento por si os queréis meter a desarrollar neuroApps.
¿mis preferidos?
HALO haloneuro.com
El primer dispositivo exitoso, útil y con base científica real que conocí fue Halo. Halo es una diadema de neuroestimulación que te puede ayudar a mejorar en capacidades motoras. En un principio se empezó a vender como ayuda para deportistas, pero al final cualquier tarea motora que se base en repetición puede verse beneficiada. Y hablo de la música.
Los estudios que tienen publicados en la web tienen bastante base. Y todas las críticas que he leído son positivas. Gracias a la neuroestimulación podemos mejorar en capacidades motoras y eso mola pero tiene un precio de 399 dólares y se trata de un s un BCI que, para que funcione, has de tener los electrodos húmedos (el agua es conductora. Datos cerrados y solo accesibles mediante su app
MUSE choosemuse.com
Es una diadema de meditación guiada. Si lo que buscas es potenciar tu capacidad de concentración, foco y relajación (algo que este año puede venir muy bien) esta puede ser una opción. Toma datos de ondas cerebrales, de latido del corazón, posturales y de respiración. La app está muy cuidada. Pero la diadema tiene sólo 7 sensores y se trata de un sistema cerrado. Es decir: solo puedes usar su app, y los datos no son accesibles.
EMOTIV emotiv.com
Su claim es “neurotecnología para la comunidad global” Empezaron con dispositivos de mejora mental (concentración, relajación, focus…), que es como lo común… A día de hoy venden hasta software para ‘controlar máquinas con la mente’, y una API para poder desarrollar cosas basándote en datos cerebrales en tiempo real.
Son dispositivos “bastante apañados” y que te sirven para bastante.
El precio, pues depende: desde 299$ la versión de 5 canales hasta 2099 el casco de electrodos húmedos. ¿mi recomendación? Un refurbished de 14 canales (599$)
OpenBCI openbci.com
Interfaces cerebro-ordenador Open source. Tanto el hardware como el software. No os puedo decir que tal funcionan ni si el dato es bueno. Pero creo que siempre es importante destacar los proyectos OS.
Los precios no os penséis que varían mucho de lo que os he ido poniendo. El kit básico de 8 electrodos son 199$. Que se podría ampliar con biosensores…
NEUROSITY neurosity.co
Empezaron con el objetivo de crear un BCI para todos los públicos, para poder manejar dispositivos ‘con el poder de la mente’. Han pivotado un poco su modelo de negocio y ahora están enfocados a una diadema para desarrolladores. Es un entrenador de productividad. Mejora su focus, selecciona música según el estado que estés en medio de tu código, bloquea distracciones y puedes comitear con el pensamiento.
Puedes crear apps para tu neurosity con BrainFlow, con React y Node.
Este es mi dispositivo preferido. Son super majos y te hacen una demo encantados de la vida. ¿El precio? 899$, y tened en cuenta que la siguiente remesa se espera para marzo.
Hay proyectos súper interesantes que están desarrollando aplicaciones de VR/AR y BCIs, como Neurable, que han levantado una ronda de 6 millones de dólares, y a los que no habría que perder de vista.
Que no se me olvide destacar desde aquí, el trabajo que se está haciendo en BitBran. Son un spin off de la universidad de Zaragoza, y estaría genial que todos supiéramos que fueron los primeros que consiguieron una silla de ruedas manejada con actividad cerebral.
Están más enfocados en neuromarketing, pero tienen unos estudios súper chulos. Como por ejemplo este con el que consiguieron una mejora del 10% en memoria de trabajo, atención sostenida y velocidad de procesamiento.
Pero meri, Elon nos ha prometido un implante,
¿por que no nos has hablado de implantes?
Sí, Elon ha prometido un implante. El problema que hay, de momento, con los implantes es que al final nuestro cuerpo los “ataca” y recubre de tejido cicatrizal, eso hace que las conexiones se pierdan.
Exactamente eso se cree que ocurrió en este caso que al poco tiempo de implantar el chip empezó a fallar.
Así que de momento la neurotecnología se queda alejada de los implantes, pero nos permite hacer otro montón de cosas automatizadas, mejorar nuestras capacidades cognitivas, de concentración, motoras…
Lo cuál, tampoco está mal.
Sobre todo, teniendo en cuenta que cada vez hay más proyectos colaborativos para crear aplicaciones, el futuro, una vez más, será lo que nosotros queramos hacer con él.
Pensar que puedo acceder a los datos de mi cerebro y en base a eso soy capaz no solo de comprenderme mejor sino que mejorar mis capacidades ya se acerca un poco más a ese futuro que nos prometió la Ciencia Ficción.
Y a vosotros, ¿en qué pensáis que os puede ayudar la neurotecnología actual?